El arte porteño del fileteado

  Color, sombras y letras góticas.



El fileteado es un estilo típicamente porteño, de dibujar y pintar.  Se caracteriza por sus colores fuertes, la presencia de sombras y el gusto por la letra gótica así como la obsesión por la simetría. En diciembre de 2015 fue declarado patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por el Comité intergubernamental para la Salvaguarda de la Unesco.

     

Nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, hacia fines del siglo XIX como un sencillo ornamento para embellecer los carros de tracción animal que transportaban alimentos (leche, fruta, verdura, pan).

Surgió gracias a inmigrantes italianos que trabajaban en fábricas de carruajes y comenzaron a adornarlos. Al principio solo eran líneas que separaban los colores. Con el tiempo, le fueron agregando adornos.     

 

Al pintor que decoraba los carros se lo llamaba fileteador. Realizaba el trabajo con pinceles de pelo largo. A él se le debe la introducción de pájaros, flores, dragones en los motivos y el diseño de las letras en las puertas de los camiones.


Los motivos salieron del estilo más conocido como “grotesco” y la temática, de la cultura popular. 

Generalmente, se incluyen dentro de la obra, frases ingeniosas, refranes poéticos, chistosos, emocionales o filosóficos, escrito a veces en lunfardo.

  

Sus autores no eran los fileteadores, sino los dueños de los vehículos; generalmente se colocaban al frente o en la parte trasera.

     

Luego de los carruajes, siguieron los camiones y a continuación los colectivos. El tamaño de estos vehículos presentaba un reto para el fileteador. En los camiones decoraba los paneles laterales de madera (la caja del camión). En los colectivos la pintura no tenía divisiones, el filete a pintarse era más elemental. Se utilizaba la línea arabesca y los frisos, en forma horizontal y dando la vuelta a la carrocería. El nombre de la empresa se escribía con letras góticas. En el interior, se fileteaba, a veces, la parte trasera del asiento del conductor.


A finales de la década del 60 y comienzos de los 70, fueron los años de esplendor para el fileteado.

El 14 de septiembre de 1970, se realizó la primera exposición del filete en la Galería Wildenstein, en Buenos Aires. Esto fue un éxito e hizo que la gente de la ciudad comenzara a apreciar aquello que veía cotidianamente circular por las calles, pero a lo que nunca había prestado demasiada atención.

 

El fileteado dejó de verse entonces como una simple artesanía que servía como adorno para un vehículo, y adquirió mayor importancia reconociéndolo como un arte de la ciudad que se extendió a otros objetos.


En 1975 aprobaron una ley que controlaba los textos de los colectivos y que prácticamente prohibió el fileteado argumentando que producían confusión en los pasajeros al momento de tener que leer los números y recorridos de los mismos.

Así, comenzó a utilizarse el fileteado en varios objetos de decoración y publicidades, diseños gráficos e incluso tatuajes.


Los mates también quedan muy lindo en el diseño de fileteado




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